Rusia utiliza más de 700 drones en otro bombardeo masivo sobre Ucrania

Cada semana bate Rusia el récord de drones bomba utilizados en ataques de largo alcance sobre Ucrania. En la madrugada de este miércoles han sido utilizados 728 drones Shahed y simuladores (aparatos sin carga explosiva que sirven para confundir a las defensas antiaéreas). También fueron disparados 13 misiles balísticos. El anterior número récord se había registrado el pasado viernes, cuando cayeron 539 drones sobre Kiev.
El ataque de esta madrugada ha causado daños en viviendas y empresas pero, a diferencia de jornadas anteriores, no ha habido muertos ni prácticamente heridos (solo se ha reportado una persona herida en la capital, según los Servicios de Emergencia). Esto es por dos razones: por un lado, la eficacia de interceptación de las defensas antiaéreas, que han abatido a la gran mayoría de drones o los han inutilizado con armas electrónicas que anulan la señal de radiofrecuencia del aparato. Los Shahed vuelan ahora a mucha más altura para evitar estas defensas antiaéreas. La otra razón es, según indican las Fuerzas Aéreas Ucranias, que los ataques han estado concentrados en localizaciones muy concretas, donde presumiblemente se encuentran objetivos militares o logísticos.
Más allá del bombardeo de la madrugada, durante el martes perdieron la vida cinco civiles en municipios próximos al frente de guerra. Otras 39 personas resultaron heridas.
“Este es un ataque de demostración”, ha afirmado el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, en referencia al bombardeo de esta madrugada: una demostración de que Rusia no tiene intención de sellar la paz. “Ha habido muchos intentos de alcanzar la paz, un alto el fuego, y solo Rusia lo rechaza todo. Esta es otra prueba de que son necesarias sanciones, sanciones que causen daño en el petróleo [ruso], que está dando dinero a la maquinaria militar rusa”, ha remarcado.
La diplomacia ucrania se ha volcado en convencer al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que se requiere una nueva ola de sanciones económicas sobre Rusia. Trump aceptó el lunes que es necesario transferir armamento a Kiev tras reconocer que el presidente ruso, Vladímir Putin, no tiene intención de frenar la invasión. Trump avisó a Putin de que también está cerca de jugar la carta de las sanciones.
La principal diferencia de este último ataque nocturno respecto a los bombardeos a gran escala de los últimos meses es que el invasor ha apuntado sobre todo a las provincias del oeste de Ucrania. Lutsk, la capital de la región de Volinia, ha recibido 50 drones y cinco misiles, el peor ataque contra esta ciudad próxima a Polonia en los casi tres años y medio de guerra. Aviones de combate polacos han despegado, como es habitual en ataques próximos a su territorio, por si algún proyectil ruso entraba en su espacio aéreo.
Un lugar especialmente castigado por el fuego ruso en las últimas semanas ha sido Starokostiantiniv, otro municipio en el oeste, donde se sitúa una de las bases aéreas más importantes de Ucrania.
Mil drones
La industria militar rusa está produciendo drones de largo alcance a un ritmo no visto antes, según los servicios de inteligencia del ministerio de Defensa ucranio: entre 170 y 190 Shahed salen cada día de las fábricas rusas. En tres días de 2025 producen los mismos drones que en un mes de 2024. No solo se trata de los Shahed (Geran en ruso, un arma fabricada bajo licencia iraní); Rusia también ha multiplicado la producción de aparatos similares como los Gerber o los Garpiya.
Robert Brovdi, comandante de las Fuerzas de Sistemas no Tripulados de Ucrania (la rama del ejército responsable de la guerra de drones), advirtió el 4 de julio de que pronto Rusia realizará bombardeos con más de 1.000 Shahed. Brovdi añadió en sus redes sociales que la prioridad de las autoridades debe ser trasladar las fábricas ucranias de drones a regiones más seguras, sin especificar dónde. Parte de los drones utilizados por las Fuerzas Armadas Ucranias se fabrican en el extranjero.
Un misil ruso mató el 17 de junio a 28 residentes de un edificio de viviendas en Kiev. El misil, como otros seis proyectiles que impactaron en el objetivo, iba dirigido a una fábrica situada a escasos 150 metros. Putin aseguró que en ese lugar se fabricaban drones. Las autoridades ucranias no comentaron la información.
Igual de importante para Rusia es que estos bombardeos masivos buscan amedrentar a la población de las grandes ciudades ucranias. Millones de habitantes de municipios como Kiev, Odesa o Dnipró pierden el sueño cada noche cuando oyen las primeras alarmas antiaéreas.
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