Momento cumbre del Barcelona: una semifinal de la Champions y un clásico en seis días

Ha llegado el momento cumbre para la excitante aventura del Barça. Los azulgrana afrontan en una semana dos partidos cruciales contra el Inter y el Madrid. La cita de este martes en Milán (21.00, Movistar) decidirá el primer finalista de la Champions y la del domingo en Montjuïc será determinante para la Liga. El desafío es mayúsculo para un equipo barcelonista del que se desconoce su límite después de una sorprendente temporada en la que ya ha conquistado la Supercopa y la Copa contra el propio Madrid. A falta de gasolina, el Barcelona tiene el depósito lleno de fe y, de momento, afronta con optimismo la contienda contra el Inter, un plantel experto que se encomienda al factor campo para llegar a Múnich y volver a disputar el título continental después de ser batido en 2023 por el Manchester City. La última de las ocho finales europeas del Barça se remonta al 2015 en Berlín contra la Juventus.
El esfuerzo por alcanzar el mayor éxito posible pasa factura a los azulgrana, que acuden al partido fatigados y sin sus laterales titulares, ambos lesionados: Koundé y Balde. No es un detalle cualquiera si se atiende a que el jugador que marcó diferencias en la ida fue el carrilero Dumfries. El Barça es un equipo especialmente generoso con los goles a favor y también en contra, como se advirtió en Montjuïc: 3-3. La recuperación de Lewandowski, ausente en los últimos cuatro encuentros, aumenta el poder ofensivo de la misma manera que se mantienen las dudas defensivas, especialmente en el flanco izquierdo: Gerard Martín o Iñigo Martínez. La apuesta por el vasco significaría jugar con cuatro centrales porque se supone que en la derecha actuará Eric García. La fragilidad alimenta las expectativas italianas después de la soberbia actuación de Lamine Yamal en Barcelona.
“Lo ideal sería que el balón no llegara a Yamal”, resumió Simone Inzaghi. “Habrá una doble marca y una atención diferente”, insistió el técnico del Inter. “Es un gran talento al que, con 17 años, todo el equipo le da el balón en los momentos difíciles. “Piensa tan rápido que cuando recibe la pelota ya sabe lo que tiene que hacer en la siguiente jugada. Necesitaremos ser un gran Inter: atento, fuerte”, acabó el entrenador, que recuperará a Pavard y a Lautaro. El Inter es fuerte e intimidador en el Giuseppe Meazza donde las jugadas a balón parado le permitieron derrotar al Bayern. La misma suerte utilizó para marcar dos de los tres goles en Montjuïc. “Tenemos que defender mucho mejor, alguna cosa cambiaremos. Quizá sí sería una buena idea no conceder saques de esquina”, respondió Flick en una intervención que por momentos evocó a las de Cruyff.
El entrenador azulgrana, en cualquier caso, advirtió que no quiere poner más presión sobre sus futbolistas, sino que “deben disfrutar del partido jugando”, una actitud ya asumida por los jóvenes, que viven la jornada como “una fiesta” en palabras de Olmo. El Barça, que solo ha perdido el partido de Dortmund (3-1) durante 2025, aguarda a que el 6 de mayo de 2025 sea de tan buen recuerdo como el 6 de mayo de 2009 cuando Iniesta logró en Stamford Bridge un gol salvador en el tiempo añadido que llevó al equipo hasta la final ganada en Roma. La estadística asegura en cambio que los azulgrana han perdido los últimos cuatro partidos de vuelta de las semifinales, uno en Múnich, derrota que no le impidió alcanzar Berlín.
La trayectoria en Europa, en cualquier caso, ya superó la mejor de las expectativas: las limitaciones de la plantilla obedecen a la debilidad económica del club. Hasta ahora, sin embargo, el equipo se ha sobrepuesto a las adversidades y espera dar un paso más en seis días que pueden ser definitivos ante el Inter y el Madrid.
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