Barcelona SC celebra su centenario con glorias de la década de los 60

El 1 de mayo de 1925, un grupo de jóvenes liderados por Eutimio Pérez en el barrio del Astillero, sur de Guayaquil, dio vida a un sueño que, con el tiempo, se convertiría en la mayor pasión deportiva de Ecuador. Aquel modesto equipo, bautizado en honor a la ciudad catalana, creció hasta transformarse en el ícono del fútbol ecuatoriano: Barcelona SC.
Hoy, un siglo después, la historia se detiene un instante para celebrar ese centenario de vida institucional, escrito con gloria, alegría, sufrimiento, identidad y pertenencia.
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Barcelona SC no solo ha sido un equipo de fútbol. A lo largo de estos cien años ha representado un símbolo social y cultural que trasciende lo deportivo. Su hinchada, la más grande del Ecuador, ha moldeado un sentimiento colectivo que une generaciones.
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Este centenario es también una oportunidad para mirar atrás y entender cómo el club ha impactado en su entorno. El Astillero, cuna del Ídolo, ha sido testigo del crecimiento paralelo de una institución que supo mezclar lo popular con lo glorioso.
Gran parte de esa historia se ha construido con los nombres que marcaron época dentro del campo. Figuras como el arquero Jorge Delgado Guzmán, pionero en un tiempo en que el fútbol aún se jugaba más con el corazón que con la táctica, o el talentoso Clímaco Cañarte, símbolo ofensivo del elenco en los años sesenta, fueron fundamentales para forjar el carácter competitivo del club.
Ellos, junto con decenas de ídolos que vistieron de amarillo, convirtieron a Barcelona SC en un referente del fútbol nacional y sudamericano.
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Tanto Delgado como Cañarte visitaron el estadio Monumental Banco Pichincha, el viernes anterior. Saludaron con el presidente canario, Antonio Alvarez Henriques; el director deportivo, Carlos Alfaro Moreno, y uno de los capitanes del equipo, Mario Pineida. En un ambiente bastante cordial, ambos exjugadores recordaron sus mejores momentos como futbolistas amarillos e incluso dieron consejos sobre cómo defender el uniforme canario.
“Es algo muy emotivo para mí. Este es el club que yo quise toda la vida y para el único que jugué. En mis tiempos era traición a la patria jugar en otro equipo si eras del Barcelona. Hubo jugadores que hicieron eso y la afición les dio con todo. Para mí es un honor haber sido de Barcelona, por eso estamos aquí en la fiesta del centenario”, comentó Clímaco a EL UNIVERSO, luego del encuentro con los directivos.
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“En ese tiempo me acuerdo que incluso así lesionados, igual jugábamos. Recuerdo un día un partido contra Emelec en el año 55, me agarró una fiebre con escalofríos. Mi familia me había encerrado en el dormitorio para que no vaya a jugar, pero aun así me escapé y finalmente ganamos”, añadió el retirado jugador.
Cañarte reveló lo que le comentó a Mario Pineida: “Garra les falta, ¿por qué otros equipos juegan mejor que Barcelona? No puede ser esto posible. En nuestra época no podíamos dejarnos ganar porque nosotros poníamos alma, corazón y vida. Esto se lo transmití a Mario para que les diga a sus compañeros y mejoren”.
Jorge Delgado, por su parte, describe que ser barcelonista es “un honor” y hasta la actualidad lo menciona con orgullo. “Estoy federado por Barcelona desde 1946. Nunca me cambié de equipo. Siempre mi corazón es amarillo y este es un color que representa tanto porque ser barcelonista te abre muchas puertas. Es difícil lograr que el público te acepte como ídolo y gracias al club lo he conseguido”, comentó el exarquero amarillo.
Finalmente, Delgado solicitó a los hinchas que no dejen de apoyar al club en su búsqueda por ser campeón nacional. (D)
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