Lee Jung-jae, el jugador 456 de ‘El juego del calamar’, ante el final de la serie: “Esperen lo que esperen los fans, va a ser diferente”

Lee Jung-jae, el jugador 456 de ‘El juego del calamar’, ante el final de la serie: “Esperen lo que esperen los fans, va a ser diferente”

¿Volverá a salir con vida el jugador 456 de los macabros juegos infantiles que se desarrollan en una misteriosa isla ante los ojos de un reducido grupo de ricos sin escrúpulos? ¿Se salvará algún otro compañero o no lo hará nadie? ¿Encontrará el detective a su hermano, el cerebro detrás de tan retorcida competición? Las respuestas están a punto de llegar. Solo quedan seis capítulos, los que componen la tercera temporada que se estrena este viernes 27, para que El juego del calamar, uno de los mayores y más inesperados fenómenos televisivos de los últimos años, llegue a su fin.

Lee Jung-jae (52 años, Seúl), quien interpreta en la serie a Seong Gi-hun, más conocido por su número en el juego, el 456, es consciente de la enorme expectación que despierta este final. Según los datos de la propia Netflix, la primera temporada, estrenada en 2021, tuvo más de 265 millones de visualizaciones en sus tres primeros meses en la plataforma, un récord que todavía no se ha conseguido batir. El mérito es todavía mayor si se tiene en cuenta que la producción surcoreana explotó en todo el mundo sin apenas promoción previa y como un gran éxito de la recomendación de boca en boca. Según datos recientes facilitados por Netflix a Variety, las dos primeras temporadas de la serie han tenido en conjunto 600 millones de visualizaciones en todo el mundo

“Sé que habrá muchas opiniones sobre el final de El juego del calamar porque ha sido una serie muy exitosa”, dice Lee Jung-jae cuando se le pregunta por su impresión cuando leyó el último guion. Él prefiere irse por las ramas: “¿Cuál podría ser un final apropiado? ¿Qué historia, qué emoción o qué desenlace para una serie como esta? Estoy seguro de que el director Hwang Dong-hyuk [también creador de la serie] ha pensado muy profundamente sobre cuál sería el final que mejor encajaba. Y los espectadores seguro que tendrán un final que querrían para la serie, pero estoy seguro de que, esperen lo que esperen, va a ser diferente. Creo que está muy en línea con el mensaje que se ha querido transmitir. Puedo asegurarte que El juego del calamar es una serie que es muy fiel a su mensaje”, reflexiona el protagonista sin entrar en detalles en una entrevista por videollamada —y con traductora inglés-coreano— a mediados de junio.

Lee Jung-jae, en uno de los últimos episodios de 'El juego del calamar'.

La evolución del jugador 456 ha sido el hilo conductor de El juego del calamar. La situación de la que parte en la tercera temporada, cuando la desesperanza empieza a pesar en su ánimo, es muy diferente del punto de partida del personaje en la primera temporada, ingenuo y optimista ante lo que vendrá. Ahora, los personajes se tendrán que enfrentar a versiones macabras del escondite y la comba, entre otros, y los espectadores tendrán que decir adiós a un buen puñado de personajes, como era de prever.

“Su evolución psicológica es algo en lo que el director se centró en primer lugar al crear la serie. Era fundamental para él que los espectadores pudieran sentirse identificados con esas emociones, que van evolucionando según experimenta cosas. Ha tenido un arco muy profundo de transformación. Es el personaje que experimenta la mayor evolución y más cambios en la primera temporada, y en las dos siguientes pasa por situaciones que no espera para nada. Al final de la segunda temporada su rebelión fracasa y pierde a su amigo. ¿Será capaz de sobreponerse a ese sentimiento de derrota y continuar con el juego?”, dice el actor.

Jo Yu-ri, Lee Jung-jae y Park Sung-hoon, en la tercera temporada de 'El juego del calamar'.

Dice Lee Jung-jae, cuyo personaje logró salir victorioso del juego en la primera temporada y se volvió a meter en la competición para intentar acabar con ella desde dentro, que el final se mantiene fiel al mensaje de la serie. Desde su estreno se ha resaltado la crítica al capitalismo salvaje actual que incluye este divertimento coreano. Pero, ¿qué otras lecturas saca su actor principal de la serie? “No puedo decirte, porque contendría espóileres”, dice riendo. “Creo que nuestra serie lanza preguntas más que dar lecciones”, continúa. “¿Es el sistema del capitalismo actual bueno para todo el mundo? Intentamos incluir muchos mensajes profundos en la serie, y por encima de todos ellos, nos preguntamos si podemos vivir en armonía con los demás. ¿Cómo podemos lograr la paz? La economía mundial está pasando momentos difíciles ahora, pero aun así, cada uno se centra en su propio interés. ¿Es ese el camino correcto para salir hacia delante? En estos tiempos que vivimos, creo que es algo sobre lo que deberíamos estar reflexionando”, añade.

Lee Jung-jae, el primer actor asiático en ganar un Emmy como protagonista, ya era muy conocido en Corea del Sur, pero El juego del calamar le ha dado una enorme proyección internacional. “Ahora gente de todas partes me conocen y están viendo mis proyectos pasados y tienen curiosidad por mis proyectos futuros”, dice, ya no tan sorprendido por una fama que ha asimilado. Desde el boom de El juego del calamar, ha participado en la serie Star Wars: The Acolyte y ha estrenado su primera película como director, Hunt.

Lee Jung-jae, en el primer episodio de la última temporada de 'El juego del calamar'.

Él es uno de los muchos intérpretes coreanos que están disfrutando del gran momento internacional de la industria audiovisual de su país. Para el éxito de las series y películas coreanas en todo el mundo, Lee Jung-jae tiene una explicación: “En realidad podría haber múltiples razones, pero creo que una de ellas es que intentamos juntar diferentes factores en un mismo guion. Es difícil encuadrar nuestra serie en un género, es una mezcla de comedia, acción y comentario social. Tenemos muchos cruces de géneros aquí en Corea, y eso nos permite llegar a espectadores con gustos muy diferentes. En lugar de tratar de empaquetar la narrativa en una cosa, tratamos de capturar muchas emociones diferentes en una serie o película”, completa.