Moldavia da un rotundo respaldo al partido proeuropeo frente a las injerencias de Rusia

Moldavia da un rotundo respaldo al partido proeuropeo frente a las injerencias de Rusia

El bando europeísta ha vencido al bloque prorruso en las elecciones legislativas celebradas este domingo en Moldavia. El gobernante Partido Acción y Solidaridad (PAS), de la presidenta Maia Sandu, ha obtenido un 50,1% de los votos, con prácticamente el 100% de los votos escrutados. El Bloque Patriótico, una alianza afín a Moscú compuesta por socialistas, comunistas y la formación minoritaria Futuro de Moldavia, se quedó en segundo lugar con el 24,19%. Ese resultado otorgaría al PAS una mayoría absoluta en el Parlamento de al menos 51 escaños sobre un total de 101.

El triunfo de la formación europeísta ha sido más amplio de lo que vaticinaban las encuestas y lo que esperaba una sociedad cada vez más polarizada por el efecto de las injerencias y la propaganda rusa. La ajustada victoria del partido gobernante en el referéndum de octubre de 2024 sobre la adhesión a la UE alimentó el temor de que el PAS estuviera perdiendo apoyo, en medio de una grave crisis económica marcada por el encarecimiento de la electricidad y una inflación del 30%. Pero el respaldo a este partido en los comicios demuestra el deseo de los moldavos por caminar hacia la UE, bloque al que pretende adherirse en 2030.

“El pueblo de Moldavia ha hablado y su mensaje es alto y claro”, ha escrito este lunes en redes sociales António Costa, presidente del Consejo Europeo, que representa a los 27 Estados miembros de la UE. “Eligieron la democracia, las reformas y un futuro europeo, frente a la presión y la interferencia de Rusia”, ha añadido. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha abundado en esa línea, con un mensaje en el que anima las esperanzas de Moldavia de entrar en el bloque comunitario: “Nuestra puerta está abierta. Y estaremos con ustedes en cada paso del camino”, ha dicho.

Muchos analistas veían estos comicios como los más importantes en la historia de esta antigua república soviética, enclavada entre Rumania y Ucrania, que se jugaba seguir el camino europeo o volver a la órbita de Rusia. La participación a las 21.00 (una hora menos en la España peninsular) fue del 52% del censo, casi 1,6 millones de personas.

Antes de conocerse los resultados, las autoridades de este pequeño país de 2,4 millones de habitantes —además de más de un millón de moldavos en el extranjero— habían detectado y neutralizado a tiempo ciberataques dirigidos contra la Comisión Central Electoral (CEC) y varias mesas electorales de la diáspora.

El primer ministro, Dorin Recean, subrayó que el Servicio de Tecnología de la Información y Seguridad Cibernética (STISC) ha cerrado unos 4.000 sitios web, al tiempo que reveló 16 millones de intentos de ciberataques durante la noche del domingo. “Los ataques son orquestados simultáneamente con el objetivo de sobrecargar la red STISC, que sirve a la Comisión Central Electoral y otras infraestructuras de los comicios”, aseveró.

En España, la sección electoral de Alicante, habilitada en un céntrico hotel de la ciudad, tuvo que ser evacuada durante poco más de una hora por alerta de bomba alrededor de las 13.00. También hubo otros avisos en Rumania, Italia, Bélgica y Estados Unidos. Tras conocerse las falsas amenazas de bomba, la presidenta Sandu alentó a la diáspora, clave para la victoria del gobernante PAS.

En un vídeo difundido por las redes sociales, la jefa de Estado señaló que Rusia “no es amigo de Moldavia, sino un Estado que atacó a un país vecino sin razón alguna, cerró el gas en Moldavia y quiere comprar los votos y el país”. Antes de conocerse los resultados, uno de los principales opositores del Bloque Patriótico, el prorruso Igor Dodon, acusó a Sandu de querer anular las elecciones, según “el modelo de Rumania”.

“He visto cómo Maia Sandu ya ha declarado que puede cancelar las elecciones parlamentarias”, sostuvo Dodon. “Esto denota miedo y pánico en el Gobierno, que pierde poder porque no ha hecho nada durante cuatro años”, apuntó el expresidente socialista, en alusión a la afirmación de Sandu de que toda la información sobre los incidentes durante las elecciones sería presentada a las fuerzas del orden. La presidenta había remarcado: “El Estado hace todo lo posible para proteger a las personas. No tengan miedo, vayan a votar, es nuestro derecho soberano decidir por nuestro país”.

Casi 3,3 millones de moldavos estaban llamados a votar en unas elecciones que amenazaban con descarrilar la senda europeísta. Si Moldavia cayera bajo la influencia del Kremlin, supondría un considerable problema para Ucrania. Entre otros motivos, porque Moscú tiene unos 1.500 soldados rusos en Transnistria, un enclave de mayoría prorrusa que se autoproclamó independiente tras la caída de la Unión Soviética.

Moldavia, incrustada entre Ucrania y Rumania, se enfrenta a una masiva ofensiva híbrida, orquestada por el Kremlin, según Mihai Isac, experto de la región del Mar Negro y en la desinformación rusa. “Desde los ciberataques a la manipulación de la información, pasando por los intentos de falsificar el voto y los preparativos para impulsar protestas violentas, toda la campaña tiene un propósito claro: desviar la voluntad de los ciudadanos”, remarca Isac, quien también advierte de la injerencia rusa en los votantes del extranjero.

“Estamos bajo asedio permanente por entidades estatales extranjeras. Horas antes de los comicios, el Servicio de Inteligencia Exterior de la Federación Rusa publicó una declaración en su web oficial en la que acusaba a la Unión Europea de prepararse para ocupar Moldavia”, explica el analista. Isac cree que el Kremlin “está tratando de crear un régimen de terror, una situación tensa para beneficiar a los actores que no están interesados en el bien de la población”.

Esta retórica, explica Isac, forma parte de una estrategia de intimidación y caos informativo destinada a debilitar la confianza de los ciudadanos en los socios occidentales. Y destaca que los recursos de Rusia superan la capacidad de cualquier Estado para erradicar por completo las redes de desestabilización. El analista considera que Moscú arroja un “océano de dinero”, que estima en más de 100 millones de euros, para promover su propaganda y desestabilizar el país.

Valeriu Pasa, director de Watchdog, un centro de análisis moldavo que ha desplegado observadores a los colegios electorales, precisa: “Canales de Telegram controlados por Rusia se llenaron de acusaciones infundadas, como que se está cometiendo un fraude en el voto de la diáspora”. También denuncia que la oposición prorrusa ha comprado votos en Transnistria. “Hacen todo lo posible para fabricar pruebas y sostener que las elecciones han sido fraudulentas. Así podrían recurrirlas”, opina el experto.

El presidente ucranio, Volodímir Zelenski, expresó este domingo de nuevo su apoyo a la formación proeuropea al alegar que Rusia pretende tomar el control político del país, lo que podría conllevar una mayor presencia militar rusa en el territorio moldavo. “Si [Rusia] asegura sus propios partidos en el Parlamento [moldavo], el siguiente paso será el Gobierno; luego, la presidencia; y, después, vendrá la presencia militar”, declaró Zelenski en una rueda de prensa, citada por Ukrinform. También advirtió de lo que puede suceder en Transnistria: “Si está en silencio, ahora es porque tiene miedo de nosotros, recibió señales claras al comienzo de la guerra. Sin embargo, si la política moldava se vuelve prorrusa, los que hoy están en silencio podrían volverse ruidosos”.