Un gran ataque ruso contra Kiev causa al menos 18 muertos y daña la sede de la Unión Europea

Un gran ataque ruso contra Kiev causa al menos 18 muertos y daña la sede de la Unión Europea

Al menos 18 personas han muerto como consecuencia de un nuevo ataque masivo ruso con drones y misiles contra Kiev en el que la sede de la Unión Europea ha sufrido graves daños. Se trata de una de las mayores masacres sufridas por la capital ucrania durante la guerra y tiene lugar en pleno intento estadounidense —hasta ahora sin resultados— de propiciar unas conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania. “Esta es la verdadera respuesta de Moscú a los esfuerzos de paz”, ha declarado la embajadora de los Veintisiete en Ucrania, Katarina Mathernova. En el ataque, también se ha visto afectado el edificio en el que está situado el British Council, cercano a la delegación comunitaria, según ha confirmado el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer.

Cuatro de los fallecidos en la capital del país son menores: tres de ellos, de 2, 14 y 17 años, según ha adelantado el ministro del Interior de Ucrania, Igor Klimenko. El número de heridos ronda casi el medio centenar de personas. Entre ellos, niños y adolescentes.

Este ha sido uno de los peores ataques perpetrados contra Kiev —tanto en número de misiles empleados como en víctimas— desde que se inició la invasión rusa a gran escala, en febrero de 2022. Las bombas rusas mataron a 28 personas en la ciudad el pasado 18 de junio, y el 29 de diciembre de 2023 segaron las vidas de otros 33 civiles. En la madrugada de este jueves, las autoridades ucranias acusan a Rusia de haber disparado casi 600 drones y 31 misiles. Kiev asegura, además, que ha derribado al menos 560 drones y 26 cohetes.

“Rusia debe cesar inmediatamente sus ataques indiscriminados contra las infraestructuras civiles y unirse a las negociaciones para una paz justa y duradera”, ha reclamado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. La UE ha convocado este mismo jueves al encargado de negocios ruso en Bruselas, un paso que también ha dado el Reino Unido con el embajador de ese país en Londres.

Daños en la sede de la Unión Europea en Kiev, en una imagen de la embajadora Katarina Mathernova en su cuenta de X.Vídeo: EPV

En una declaración desde Bruselas, en la que ha mostrado imágenes de los destrozos en la oficina europea en Kiev, la jefa del Ejecutivo europeo ha confirmado que todo el personal de la delegación está a salvo, pese a que dos de los misiles lanzados impactaron a solo 50 metros de su sede, con un intervalo de apenas 20 segundos, ha detallado. Con todo, ha subrayado, el ataque es otro “sombrío recordatorio de lo que está en juego”, con una Rusia que claramente “no se detendrá ante nada para aterrorizar a Ucrania”. Por ello, ha reiterado, la intención de Europa de “endurecer” el régimen de sanciones contra Rusia con un nuevo paquete, el decimonoveno, informa Silvia Ayuso.

El presidente del Consejo Europeo, António Costa, ha mostrado su “horror por otra noche mortal” al tiempo que lanzaba una advertencia a Moscú: “La UE no se dejará intimidar. La agresión rusa no hace más que reforzar nuestra determinación de apoyar a Ucrania y a su pueblo”. Por su parte, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ve en el ataque un “recordatorio” de que “no se puede ser naíf con Rusia”.

Los proyectiles volaron en varias oleadas contra diferentes puntos de Kiev durante la noche y la madrugada y han provocado incendios y cuantiosos destrozos en numerosos edificios residenciales y vehículos. Según el diario The Kyiv Independent, casi todas las regiones del país se pusieron en alerta ante el lanzamiento de los misiles hipersónicos y los múltiples avisos de drones lanzados desde distintas provincias rusas contra poblaciones ucranias situadas a cientos de kilómetros del frente.

Otro de los blancos del ataque ruso ha sido una zona para el estacionamiento de trenes fuera de servicio de la estación de Kiev, donde un ferrocarril Intercity+ vacío ha resultado destruido.

Miles de personas han tenido que buscar refugio en el metro de la capital para protegerse del ataque, llevado a cabo con drones Shahed —de diseño iraní—, drones señuelo, misiles de crucero y misiles balísticos Kinzhal, según ha detallado el jefe de la administración militar de Kiev.

A primera hora de la mañana, Volodímir Zelenski ha publicado un largo mensaje en X en el que comienza relatando cómo los servicios de rescate intentan buscar supervivientes entre los escombros de un “edificio residencial común”. “Otro ataque masivo contra nuestras ciudades y comunidades. Muertes de nuevo”, ha afirmado.

Personal de rescate trabaja en un edificio afectado por el ataque, este jueves, en Kiev.

Además, el presidente ucranio vincula la nueva ofensiva a la coyuntura de esfuerzos diplomáticos liderados por Estados Unidos para acabar con la guerra. “Estos ataques de misiles y drones son una clara respuesta a todos aquellos en el mundo que, durante semanas y meses, han llamado a un alto el fuego y a la diplomacia real”, añade Zelenski. “Rusia elige misiles balísticos en vez de la mesa negociadora, elige seguir matando en lugar de acabar la guerra. No teme las consecuencias, se aprovecha del hecho de que al menos parte del mundo hace la vista gorda al asesinato de niños y busca excusas para Vladímir Putin”.

Por ello, el jefe del Ejecutivo ucranio reta a China, aliado de Rusia, y a Hungría, también partidario de Putin en el seno de la UE, a “reaccionar a lo que está pasando”. “Esperamos una respuesta de cualquiera en el mundo que haya llamado a la paz pero ahora más a menudo guarda silencio en lugar de posicionarse de acuerdo a sus principios”, escribe Zelenski, que llama a “nuevas, severas sanciones contra Rusia por todo lo que hace”. “Han roto todos los plazos y arruinado decenas de oportunidades para la diplomacia, Rusia debe rendir cuentas por cada ataque, por cada día de esta guerra”, zanja.

Una columna de humo y fuego se eleva en la ciudad tras el ataque masivo ruso sobre Kiev.

Al margen del ataque sobre la capital, Rusia ha asestado de madrugada un severo golpe sobre el suministro de electricidad en la región de Vínnitsa (en el centro del país), dejando sin luz a unos 60.000 usuarios. El operador de la red de transmisión ha confirmado, asimismo, daños sobre esta infraestructura en otras zonas del país.

Ucrania bombardea dos importantes refinerías rusas

El presidente ucranio propuso en primavera, al inicio de las negociaciones con Rusia, una “tregua en el cielo”. La posible suspensión de este tipo de ataques ha vuelto a salir a la palestra tras los encuentros de Trump con Putin y Zelenski este mes, pero el Kremlin la descarta.

“No se ha llegado a ningún acuerdo sobre una tregua aérea con Ucrania”, ha declarado este jueves el portavoz del dirigente ruso, Dmitri Peskov. Aunque sus bombas se cobran cientos de vidas de civiles ucranios cada mes y no hay ataque del que no quede constancia en imágenes, el Kremlin niega haber cometido crímenes de guerra: “Las Fuerzas Armadas rusas atacan con éxito las instalaciones militares y paramilitares en Ucrania. Ucrania ataca infraestructura rusa que es a menudo civil”.

El Ministerio de Defensa ruso ha afirmado en su parte de guerra diario que sus objetivos eran “empresas del complejo militar-industrial ucranio y bases aéreas”. Después de que las imágenes de los edificios destrozados en Kiev y la muerte de sus habitantes, incluidos niños, recorriesen el mundo, el organismo militar ruso ha puntualizado que “todos los objetivos designados fueron alcanzados”.

Por su parte, Ucrania ha continuado este jueves su ofensiva contra la infraestructura energética rusa, la fuente de ingresos con la que el Kremlin alimenta su maquinaria bélica. Según los canales de guerra rusos, dos refinerías han sido alcanzadas por las fuerzas armadas de Kiev.

En Samara, una región del Volga al este de Moscú, la planta de la petrolera Rosneft de Novokuibyshevski volvió a ser dañada por los drones ucranios. Capaz de producir hasta 8,8 millones de barriles de petróleo al año, esta refinería había cesado sus operaciones tras su último bombardeo a principios de agosto.

En Afipski, en la región de Krasnodar, otra refinería capaz de procesar 6,2 millones de barriles ha ardido en la madrugada del miércoles al jueves por las bombas ucranias en el segundo ataque que recibe en agosto.

Según Reuters, la campaña ucrania de bombardeos sobre el sector petrolero ruso ha reducido en torno a un 17% su capacidad de refino, alrededor de un millón de barriles diarios. Esta presión ha provocado el desabastecimiento de carburantes en algunas regiones, desde Crimea, en el Mar Negro, a las islas Kuriles, en el Pacífico, y ha encarecido el combustible en más de un 50% en lo que va de año.

Incendio en el ‘palacio de Putin’

Otro dron ucranio ha provocado un incendio a una decena de kilómetros del llamado palacio de Putin, una enorme mansión en la costa del mar Negro que oficialmente figura como propiedad de un empresario próximo al líder ruso, pero que una investigación independiente del medio Proekt atribuye al mandatario. Según el Servicio de Emergencias ruso, el proyectil ha provocado un incendio de unos 32.000 metros cuadrados en la aldea vecina de Krinitsa.

Las Fuerzas Armadas ucranias también han alcanzado este jueves con un dron una corbeta rusa de la clase Buyan-M, capaz de portar misiles hipersónicos Kalibr. La nave, que navegaba por el mar de Azov, junto a la península de Crimea, se ha visto obligada a retirarse cuando se disponía a atacar, según Kiev. Su radar ha sufrido daños.