Carmen Machi: “Todo el mundo es capaz de matar”

Carmen Machi: “Todo el mundo es capaz de matar”

En la serie Celeste, Carmen Machi (Madrid, 62 años) interpreta a una inspectora de Hacienda que tiene que demostrar que una famosa cantante latina reside en España y debe pagar sus impuestos. En La viuda negra, película que se estrena el 30 de mayo en Netflix, la actriz da vida a una inspectora de policía que tiene que resolver un asesinato sangriento. A Machi se le dan bien los papeles de mujeres normales que deben hacer frente a situaciones extraordinarias. “Debo tener cara de persona muy normal, pero a la gente normal también le pasan cosas extraordinarias”, reflexiona.

Si Celeste tenía cierto parecido al embrollo fiscal de Shakira, La viuda negra está basada en la historia real del conocido crimen de Patraix, un caso que paralizó España en el verano de 2017. “Me acordaba perfectamente del crimen y de Maje”, explica Machi. Maje es María Jesús Moreno, la enfermera valenciana que orquestó el asesinato de su marido, Antonio Navarro, a manos de su amante, Salvador Rodrigo. Ivana Baquero, Goya a la mejor actriz revelación con tan solo 12 años por su papel en El laberinto del fauno, en 2007, interpreta a Maje, “la viuda negra”, que fue condenada a 22 años de prisión. Tristán Ulloa hace de Salvador, el autor material del crimen, sentenciado a 17 años de cárcel.

“Estas historias nos atrapan a todos. ¿Por qué? Creo que el morbo tiene que ver con la normalidad", señala Machi. “¿Por qué la gente normal puede llegar a matar?”, se pregunta. La viuda negra, de los creadores de El caso Asunta y producida por Bambú, intenta responder esa pregunta.

Pregunta. Hay un auténtico auge del true crime. La mayor parte del público que consume estos relatos criminales son mujeres.

Respuesta. Yo soy de esas. Yo los consumo. Me voy a dormir escuchando true crimes. ¿Qué es lo que nos atrapa? Que todo el mundo es capaz de matar.

P. Yo no podría.

R. Mmm…

P. No me gusta la sangre.

R. Bueno, lo harías con pastillas. No hace falta que haya sangre. O vete tú a saber.

P. ¿Por qué será que a las mujeres le gustan tanto los true crimes?

R. Las mujeres somos consumidoras de todo en general: de teatro, de cine, de lecturas. Si vas a una sala de teatro, verás que el 70 o el 80% del público son mujeres.

P. Su personaje en La viuda negra es una exitosa jefa de Homicidios que tiene que compaginar su carrera con la maternidad. La inspectora hace malabares para llegar a todo. ¿Ve a diario esa lucha de las mujeres?

R. Vivimos en una sociedad muy exigente y nos exigimos mucho.

Las mujeres somos consumidoras de todo en general: de teatro, de cine, de lecturas. Si vas a una sala de teatro, verás que el 70 o el 80 por ciento del público son mujeres

P. Pero a las mujeres siempre se les exige más.

R. Creo que tenemos un funcionamiento diferente. Yo, por ejemplo, no he tenido hijos. Si hubiera tenido hijos, mi pareja se habría ocupado más de ellos por una cuestión de carácter. Yo lo paso mal con todo. Pero como no he sido madre, no puedo hablarte de eso.

P. Pronto también la veremos en Furia, nueva serie de Félix Sabroso, en Max. ¿Qué puede contar sobre este proyecto?

R. Es una crítica a la sociedad, un retrato increíble de nuestra sociedad. Habla de todo: de los desahucios, del arte, de la moda y de muchas más cosas. Es un retrato de mujeres maduras en estado de furia. Me encanta que Félix haya elegido a mujeres de más de 50 años para contar estas historias [Candela Peña, Cecilia Roth, Pilar Castro y Nathalie Poza completan el reparto]. Todas ellas son exquisitas.

P. A muchas actrices les cuesta encontrar papeles a medida que van madurando. No es su caso. De hecho, usted cada vez trabaja más.

R. Yo creo que eso es algo antiguo. Hace mucho que es antiguo. No solo trabajo yo. Parece que solo trabajo yo, pero no es así. Hay que empezar a decir todo lo bueno que pasa, no solo lo que no pasa. En el último Festival de Málaga, por ejemplo, su director me dijo que el 70% de las películas que se presentaban estaban dirigidas por mujeres. Me pareció un dato tan increíble. Antes se decía: “A partir de los 40 las actrices no trabajan”. Esa edad ha ido subiendo. Yo he madurado como actriz porque los personajes que he hecho son mujeres que también han ido madurando. Lleva siendo así desde que tengo 40 años. Cuando tenga 80, espero poder interpretar a mujeres de esa edad.

P. Entonces el edadismo en el cine y la televisión es una cosa pasada.

R. Si no es pasada, está cambiando. Y hay que aplaudir a quien lo está cambiando.

“Cuando haces comedia, estás en pelotas”, afirma Carmen Machi.

P. Hay mucha expectación por Aída y vuelta, la película sobre la serie Aída. ¿Cómo es volver al personaje que la lanzó a la fama?

R. Fue idea mía. Yo me fui de la serie y hubo todo tipo de elucubraciones al respecto. Es tan sencillo como que quería hacer otras cosas. Llevaba 10 años dando vida al mismo personaje en dos series diferentes, fui una afortunada enorme durante ese tiempo, pero necesitaba no entregarle toda mi energía a lo mismo. Los medios tratan de entender por qué dejas el éxito, que va ligado al dinero y la popularidad. Es tan sencillo como que en algún momento había que cortar y si no lo hacían ellos lo tenía que hacer yo. Durante un tiempo, no quise tener ningún vínculo con Aída. Estaba promocionando una cosa nominada a los Goya y me seguían preguntando por Aída. Yo decía: ‘¿En serio?’ No por nada, pero no tenía ningún sentido.

P. Ahora sí tiene sentido preguntarle por Aída.

R. Sí. Hubo un momento en que nos planteamos hacer una película sobre Aída, pero no es lo que la gente espera. No es un capítulo de la serie, es algo infinitamente superior a eso. Paco León ha hecho una cosa muy buena. Si no la hubiera dirigido él, esto no habría ocurrido.

El éxito es levantarte todas las mañanas y poder tomarte una taza de café que te has ganado haciendo lo que amas

P. Si el éxito no está ligado al dinero, ¿a qué está ligado?

R. El éxito es levantarte todas las mañanas y poder tomarte una taza de café que te has ganado haciendo lo que amas. El éxito es disfrutar cada día con tu trabajo y con lo que te pasa. El éxito es poder ser feliz con algo a lo que le dedicas 20 horas al día, el haber decidido un tipo de vida y que te haya salido. Lo que para mí era un hobby de niña resulta que es un trabajo por el que me pagan. Tardé en entender que te pagan por hacer esto y que te puede ir bien. Y cuando digo “ir bien”, me refiero a algo tan simple como poder comprarte una casa.

P. Ahora comprarse una casa es un lujo.

R. Es un lujísimo. ¡Cuidado! La primera casa que me compré es la misma en la que sigo viviendo. Y me la compré en 2003. Siempre fui muy malasañera y decía: “Ojalá poder comprarme una casa en Malasaña”. Y me la compré. Ese es mi éxito [risas]. Yo no quiero vivir en El Viso. No tengo nada en contra de vivir en El Viso, para nada, pero me gusta mi barrio, mi vida y tener un trozo de algo que puedo llamar “mío”.

P. Se le da bien el drama, se le da bien la comedia. ¿Hay algo que haga mal?

R. Seguramente que sí. Es que tampoco sé diferenciar tanto las cosas. Todo parte del mismo lugar: hacer las cosas con verdad. Si un texto está bien escrito, soy capaz de hacerlo. Yo me agarro a la palabra y no cambio una coma. Estoy acostumbrada a hacer a Shakespeare, así que tengo un respeto máximo por quien escribe.

P. Hace teatro de culto, pero también películas taquilleras. No la veo como una actriz con muchos prejuicios.

R. No, no los tengo. Digo a muchas cosas que no, pero por distintas razones. Lo único que puedo ver con demasiada lupa es la comedia. Le tengo mucho respeto a la comedia y no todo es de mi gusto. Para hacerla, tiene que haber unos mimbres muy claros y no siempre están. El drama es mucho más fácil. Puedes hacer llorar al espectador con un plano, una música o una luz. Cuando haces comedia, estás en pelotas. Toda tu ropa es lo que está escrito.

Carmen Machi interpreta a una inspectora de policía en 'La viuda negra', película que se estrena el 30 de mayo en Netflix.

P. Lleva décadas encadenando éxitos. ¿No tiene miedo al fracaso?

R. Fíjate lo que te voy a decir. Creo que no lo he vivido nunca. A lo mejor lo que para otro es un fracaso para mí no lo es. ¿Qué es fracasar? Yo no creo en el fracaso. Que se estrene algo ya es un éxito.

P. Me refería a un fracaso comercial.

R. Ah, eso es para los productores. Me acuerdo del primer pase que vimos de Ocho apellidos vascos, la película más taquillera de este país. En ese pase nos quedamos todos los actores fríos. Y se convirtió en lo que se convirtió. Eso fue un éxito a nivel taquilla y de público.

P. ¿Alguna vez para?

R. Entre proyecto y proyecto me dejo por lo menos un mes y medio para descansar. Pienso mucho en el descanso, cada vez más.

P. ¿La fama y la popularidad no enganchan?

R. ¡No!

P. Todos dicen lo mismo…

R. Te lo prometo. Nadie hace esto por fama o popularidad. Yo me quedé impresionada una vez caminando por Times Square porque Minnie Mouse me reconoció. “¡Aída! ¡Aída!”, gritaba. ¡Minnie Mouse! ¡A las tres de la mañana en Times Square! Ahí me di cuenta de que era famosa… Pero eso no engancha. A veces ese exceso de fama se transforma en saturación, en sentirte muy exprimido, en sentir que no dejas de trabajar. La fama es muy bonita, pero esa continuidad a veces te da la sensación de que no paras. Ojo, no me quejo...