El príncipe Enrique valoró cambiar su apellido por el de su madre, Diana Spencer

El príncipe Enrique valoró cambiar su apellido por el de su madre, Diana Spencer

Enrique de Inglaterra (Londres, 40 años) ha sopesado dejar de apellidarse Mountbatten-Windsor. El hijo menor del rey Carlos III habría querido adoptar su apellido materno, Spencer, según ha publicado The Mail on Sunday. “Discutió el tema con el conde Spencer [Charles Spencer, hermano de Diana de Gales], cuya residencia familiar está Althorp, en Northamptonshire, durante una inusual visita a Gran Bretaña, pero le dijo que los obstáculos legales eran insuperables", asegura el medio británico, que se ha basado en varios testimonios de fuentes cercanas a la familia.

Las fuentes confirman que el duque de Sussex exploró activamente formas de asumir el apellido de su madre, una decisión que habría implicado deshacerse de Mountbatten-Windsor, utilizado por sus hijos, el príncipe Archie y la princesa Lilibet. “Tuvieron una conversación muy amistosa y Spencer le aconsejó que no diera ese paso”, sostiene un amigo del príncipe Enrique.

Mountbatten-Windsor es el apellido disponible para los descendientes de la difunta reina Isabel y el príncipe Felipe. Combina el apellido Windsor de la familia real británica y el apellido adoptado por el fallecido duque de Edimburgo. “Esta medida sería especialmente dolorosa para el rey Carlos, que aprecia el apellido Mountbatten tanto como lo hizo su padre”, afirma el medio británico. Felipe adoptó el apellido Mountbatten cuando se nacionalizó ciudadano británico y renunció a sus títulos reales griego y danés en 1947. En 1960, Isabel II y él decidieron que les gustaría que sus descendientes directos fueran conocidos como Mountbatten-Windsor.

Aunque parece poco probable que el duque de Sussex consiga adoptar su apellido materno, el simple hecho de valorarlo demuestra la enorme grieta que sigue abierta entre él y la realeza. “Meghan Markle decidió que su verdadero propósito en la vida era ser Diana”, opina para The Mail on Sunday el escritor Tom Bower, especializado en la realeza británica, asumiendo que la instigadora del cambio de apellido es realmente la esposa del príncipe. De hecho, el tema de los apellidos ya dio que hablar cuando se estrenó en Netflix el programa de cocina y estilo de vida Con amor, Meghan. En uno de los ocho episodios, su amiga Mindy Kaling se dirige a ella como Meghan Markle y la duquesa le replica: “Es muy gracioso que sigas diciendo Meghan Markle. Ya sabes que ahora soy Sussex. No sabía lo significativo que sería para mí, pero significa muchísimo decir: ‘Este es nuestro apellido. Nuestro pequeño apellido”. La reina Isabel les otorgó sus títulos de Sussex a Enrique y Meghan el día de su boda, en 2018.

Sus dos hijos también han empezado a usar recientemente Sussex como apellido, aunque en sus certificados de nacimiento constan oficialmente como Archie Harrison Mountbatten-Windsor y Lilibet Diana Mountbatten-Windsor. Archie, que ahora tiene seis años (es sexto en la línea de sucesión al trono), y Lilibet, que el miércoles cumplirá cuatro (séptima en la línea de sucesión), también han sido nombrados príncipe y princesa de Sussex en la página web oficial de la familia real. Anteriormente, figuraban como Master Archie Mountbatten-Windsor y Miss Lilibet Mountbatten-Windsor. No eran príncipe y princesa al nacer porque no eran nietos del monarca, pero obtuvieron el derecho a estos títulos cuando el rey Carlos accedió al trono en 2022.