César Tárrega arregla la peligrosa siesta de España en el estreno del Europeo sub-21

César Tárrega arregla la peligrosa siesta de España en el estreno del Europeo sub-21

Dar carpetazo a un partido a los 20 minutos, incluso ganando 0-2 ante un equipo que no es ninguna potencia mundial, parece una temeridad en el alto nivel. Y lo fue para la selección española sub-21 en el estreno del Europeo contra la anfitriona Eslovaquia. Metió dos goles rápidos y pasó de jugar a tramitar el encuentro. La vigente subcampeona se retiró demasiado pronto a sus aposentos y la consecuencia fue un buen susto frente a un rival ante el que se daba por descontada la victoria (nunca había perdido contra él).

SVKSlovakia U21

2

Lubomír Belko, Dominik Javorcek, Samuel Kopásek, Adam Obert, Jakub Jakubko, Tomás Suslov (Timotej Jambor, min. 86), Tomás Rigo (Adrián Kaprálik, min. 79), Sebastian Nebyla, Leo Sauer (Roman Cerepkai, min. 79), Dominik Holly (Mário Sauer, min. 74) y Nino Marcelli (Martin Svidersky, min. 86)

ESP21España Sub-21

3

Alejandro Iturbe, Cristhian Mosquera, Marc Pubill, Gerard Martín (Hugo Bueno, min. 45), César Tárrega, Beñat Turrientes (Mikel Jauregizar, min. 76), Javi Guerra, Pablo Torre (Alberto Moleiro, min. 58), Juanlu Sánchez (Raúl Moro, min. 65), Mateo Joseph (Roberto Fernández, min. 65) y Diego López

Goles 0-1 min. 15: Marc Pubill. 0-2 min. 17: Mateo Joseph. 1-2 min. 47: Samuel Kopásek. 2-2 min. 52: Suslov. 2-3 min. 89: César Tárrega

Arbitro Damian Sylwestrzak

Tarjetas amarillas Suslov (min. 37), Dominik Holly (min. 53), Beñat Turrientes (min. 70), Samuel Kopásek (min. 85)

Al final, con el agua al cuello y agitado por las prisas, un cabezazo de César Tárrega en un córner en el minuto 90 alivió a un conjunto que se llevó un susto que le debería servir de aviso para el resto del torneo. El sábado, contra Rumania (18.00, TVE), disputará su segundo encuentro de tres del grupo. Los dos primeros se clasificarán a cuartos.

El abrazo final de Santi Denia, con todo el banquillo delató los apuros de la Rojita. La alineación del seleccionador, un hombre previsible, no sorprendió a nadie. De arranque había cuatro jugadores del Valencia (Mosquera, Tárrega, Diego López y Javi Guerra), el principal caladero del combinado nacional y, sobre la campana, el rescate después de la peligrosa siesta.

A primera hora de la tarde, el cielo estaba despejado en Bratislava. Eslovaquia salió a defenderse, pero su escudo se desplomó en dos minutos para el primer cuarto de hora. Toda su apariencia de orden se vino abajo en sendos remates dentro del área que nadie supo frenar. España había acelerado y elevado la intensidad de la presión cuando encontró premio en dos parpadeos. En el 0-1, bastó un centro muy cerrado de Javi Guerra, que tocó en el palo, para desmontar a la anfitriona. Marc Pubill remató a placer el pase de Diego López. Y en el 0-2, Mateo Joseph hizo lo que quiso con los centrales locales y remachó a su antojo.

El delantero ha encontrado en la sub-21 su campo de expansión. Sus tres tantos este curso con el Leeds en la Segunda inglesa contrastan con los ocho que ya suma con España en 15 meses. Frente a Eslovaquia y antes de que todo se torciera, no necesitó de ninguna exhibición para sumar.

La pereza cunde en España

La superioridad de España resultaba tan evidente, convertida en un 0-2 instantáneo, que la desconexión fue inevitable. Desde el minuto 20, se echó atrás, se perdieron las pistas por fuera de Diego López y Juanlu, también el hilo de Pablo Torre, y Mateo Joseph pasó de rematar a placer a recibir pelotas de espalda. Denia reclamaba abandonar la comodidad, pero la pereza cundió en la Rojita. Lo que tenía enfrente tampoco le inquietaba mucho, pero la condición de anfitriones empujó a los locales hacia la meta de Iturbe, que recibió varios disparos lejanos. La ocasión más peligrosa hasta el descanso fue un remate fallido bastante claro de Kopasek. Pese a todo, el único contratiempo real hasta entonces para España fue una mala caída de Gerard Martín, dolorido de la mano izquierda, que le obligó a quedarse en la ducha en el descanso en lugar de Hugo Bueno.

El castigo llegó a la vuelta del intermedio. Y rápido. No hay peor mal que la desgana y la selección, que había metido dos goles en dos minutos, se vio igualada en cinco. El viento giró en el Estadio Nacional de Bratislava.

El recurso de Moro

Un balón largo a Marcelli defendido de forma pasiva por Mosquera colocó a Kopasek delante de Iturbe, que esta vez no perdonó. El azote no espabiló a España y, casi al instante, el recién entrado Hugo Bueno cometió un penalti de colegial sobre Marcelli, la gran amenaza de los locales. Al eslovaco le quedaban varios obstáculos por delante, pero el lateral metió el pie por detrás de forma imprudente. Suslov aceptó con gusto el regalo y puso el 2-2. Al doble sopapo se añadió la retirada tocado de Pablo Torre, sustituido por Moleiro.

A España le quedaba media hora para arreglar su propio desaguisado, pero tampoco anduvo abundante de fútbol. Moro, el gran ventilador en el desenlace, no paró de percutir desde la derecha y en la punta apareció Roberto Fernández. La Rojita tuvo dos remates francos de Javi Guerra, sobre todo una volea rechazada por el portero, y Javorcek apuró a su meta en un despeje.

Eslovaquia se acantonó, pero su defensa, como había quedado evidente al inicio del choque, tampoco era un muro. Y en un saque de esquina prolongado por Mosquera en el primer palo, la pelota cayó en una zona muerta que atacó Tárrega para sacar a España del túnel en el que ella misma se había metido.